Segundas oportunidades...
Muchas veces, los futuros docentes nos limitamos a pensar que nuestro futuro está en dar clase en un instituto "al uso", es decir, dedicarnos a dar clase a alumnos de 12 a 18 años.
Sin embargo, existen alternativas como es el caso de los centros de Formación Profesional y de los centros de segundas oportunidades sobre los que voy a centrar esta publicación.
A partir del visionado de un documental, se nos enseñó el día a día de un instituto de la "Fundación Tomillo", dedicado a dar segundas oportunidades a aquellos alumnos que han sido "desahuciados" de Institutos tradicionales por no llegar a los mínimos requeridos.
Por grupos nos asignaron funciones que debíamos buscar en el documental para luego plasmar en esta entrada. Mi grupo debía buscar aquellos elementos relacionados con "Investigación, experimentación y mejora continua de los procesos de enseñanza correspondiente".
Evidentemente el dar clase en este tipo de institutos conlleva la adopción de métodos y formas de enseñanza diferentes a las tradicionales. El individuo debe estar por encima de lo académico, es decir, los contenidos se deben centrar en aquello que interese más a los alumnos.
Se trata de personas con mucho movimiento y que se distraen fácilmente de manera que mejorar la forma de los contenidos y la manera de dar clase pasa por una continua renovación que pasa por la experimentación con los individuos de los diferentes grupos.
Por otro lado, esta educación debe tener en cuenta la importancia de los valores personales para que al salir del centro estas personas puedan introducirse en la sociedad.
En definitiva, estos centros deben centrarse más en Educar (sí, con mayúscula) que en los objetivos curriculares.
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