Participación escolar ¿una utopía?

Pese a que continuamente oímos y todo el mundo parece estar de acuerdo en que para que el aprendizaje escolar se consiga de una manera completa debe haber colaboración entre profesores, alumnos y padres, la práctica nos indica que esto no se tiene para nada asumido.


Las AMPAS apoyan al centro y, en los casos en los que es posible, sufragan algunas necesidades del propio centro. Sin embargo, en cuanto a la organización de cursos o actividades extraescolares que puedan realizar en conjunto todos los miembros del centro, su éxito es más que discreto.
La cosa se agrava en el caso de los Consejos Escolares, que en ocasiones se convierten en una especie de "batallas campales" (dialécticamente hablando) entre profesores, alumnos y padres. Una especie de todos contra todos y en los que además hay que agradecer la presencia de los alumnos ya que en muchos casos ni siquiera sientes ganas de participar en estos organismos.

Dar una solución a esta realidad es realmente complicado. ¿Tal vez si las AMPAs realizasen actividades realmente atractivas para los estudiantes estos se animarían a realizarlas en compañía de sus padres, aunque para un adolescente no resulte demasiado agradable compartir tiempo con sus progenitores? ¿Quizás si la participación en el Consejo Escolar diese frutos realmente útiles, en algunos casos simplemente escuchando y teniendo en cuenta (de verdad) las propuestas de los alumnos?

Lo que está claro es que es una culpa de todos y una culpa de nadie, para que la participación escolar aumente lo primero que debería haber es diálogo y comprensión por parte de todas las partes involucradas. Por algo hay que empezar ¿no?