El "cum laude" de Castilla y León

Sí, tenemos un "cum laude", algo con honores, un aspecto en el que, por una vez, no somos la cola del país.
Y es ni más ni menos que en educación. Los últimos informes sitúan el nivel de los contenidos impartidos en Castilla y León a la misma altura que los de Finlandia. A nivel de Finlandia, el referente europeo en cuanto a políticas educativas.
¿Por qué? El doctor Jaime Foces lo achaca en su tesis a varios elementos:
-La pronta alfabeticación
-Los rasgos históricos de la región
-El contar con un ratio de absentismo muy reducido, en Castilla y León el porcentaje se sitúa en el 4%, frente al 15% de la OCDE y el 28% de toda España.
-La adaptación a la dispersión y a la despoblación debido a la enorme inversión en transporte y en la creación de Centros Rurales Agrupados.
-El exigente modelo educativo.
Todo ello, permite situar a los alumnos castellanoleoneses que realizan el informe PISA como unos aventajados frente al resto de sus compañeros europeos. Sin embargo... esto también conlleva algunas desventajas:
En primer lugar, un factor que no depende tanto de la educación, sino del momento demográfico por el que está pasando nuestra comunidad: se está convirtiendo en una comunidad despoblada. La disminución de nacimientos y la emigración hacia comunidades con más oferta y posibilidades laborales está provocando que muchos colegios e institutos de la que recientemente se está bautizando como la "España vaciada" tengan que cerrar sus puertas de manera que todos estos alumnos que se quedan sin centro deben acudir a clase a lugares más lejanos y, por tanto, su educación les resulta más costosa y sacrificada.
En segundo lugar, el exigir un nivel de excelencia y de exigencia para alcanzar grandes resultados provoca cierta desventaja en los alumnos de la comunidad cuando se enfrentan a pruebas de acceso a nivel estatal: sí, estoy hablando de la PAU que todos hemos sufrido y a la que ahora llaman EBAU.
Cada comunidad confecciona su prueba de acceso, pero los resultados para entrar en la Universidad son comunes en todo el país de manera que comunidades con una menor exigencia tienen más posibilidades de acceder a las carreras que sus alumnos deseen mientras que los de nuestra comunidad se ven abocados a un mayor estrés para conseguir entrar en aquellas carreras con una nota mucho más alta.
La solución parece fácil de proponer: una prueba a nivel estatal, pero ello conllevaría también el que los contenidos también fuesen uniformes en todo el país, asunto mucho más complicado de gestionar.
De momento parece que tendremos que conformarnos con nuestra victoria en los estudios internacionales.
El "cum laude" castellanoleonés.